Debo de reconocer que son pocas las canciones que significan algo en mi vida.
Las canciones debieran de ser partte obligada de la vida personal de todos... antes de escribir un libro, quizá debamos escuchar una canción.
Escogí la frase de esta entrada, de una canción de Los Fabulosos Cadillacs... quizá sean unas cuantas grafias que marcan el gran peso que traigo encima.
Ayer caminé largo rato por el centro, en mi mente se dibujaron pensamientos que me hacían recordar situaciones inverosímiles de mi vida, reí mucho... sin embargo ahí estaba yo parada, como por arte de magia, frente a escultura más majestuosa.
las luces brillaban por sí solas, los antros y bares quedaron de espaldas a mi. Sólo estaba yo, reconocí entonces, que esa plaza ya la conocía, he pasado miles de veces por ahí, reconocí tambien que había risas cerca, pero sobre todo, me sentí tan libre.
Respiré profundamente, recordé en sonreir antes de sentirme mal, por decisiones tomadas apresuradamente, pero que fueron egoistas, recordé entonces que en esa misma plaza, hace cerca de 6 meses, me pidieron que dejara que tener miedo a los sentimientos y pensara con cabeza fria.
La verdad, es que me choca que me digan que hacer...Recuerdo entonces que sonreí (cual sonrisa coqueta llena de sarcasmo acostumbrada a salir en las mejores oportunidades) tomé El Principe, di la mano... y seguí mi camino
Ahora estuve en el mismo lugar, no llevaba libro, tan solo una bufanda y guantes, volví a sonrerir, porque quizá, sólo por esta vez, le haré caso al destino... nunca creí en él, pero estoy segura que muchos lo hacen, y he decidido por un momento, no ocuparme de mi destino, creo que es momento de tomar un sabático y dejar de calcular...
cuántas veces no he caminado sola en estas calles, y siempre encuentro taxi????
A.
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Esta entrada está dedicada especialmente a Luisa, Silvia y Sandra, sin ustedes nenas, mi vida hubiera sido más sencilla... jajajajajaja!!! veamos si el destino favorece mi alma, auqel destino al que ustedes le encargaron su sencillez.
