Cuando tenía 5 años, mi familia y yo emprendimos un viaje a Oaxaca.
La ruta era irnos por Izucar de Matamoros, porque era la forma más rápida en ese entonces de ir hacia Yodobada.
Recuerdo perfectamente el 11 de Mayo de 1991, porque tan sólo un día antes, habíamos estado en la ceremonia del día de las madres de mis hermanos.
El 11, salimos temprano de casa, pasamos por la abuela materna y pasamos casetas rumbo a Oaxaca.
Recuerdo que habíamos terminado de desayunar saliendo de la caseta de San Martín, pero como era mi costumbre, me quedé al final y lo que quedaba de mi emparedado me lo fui comiendo en el auto.
Recuerdo que mis hermano iba contando los autos rojos que pasaban a nuestro lado izquierdo.
La abuela iba durmiendo.
Mis padres iban platicando
y yo, comiendo ese maldito emparedado.
De repente escuché un grito...
Alcé la mirada y ahí junto a nosotros un trailer enorme sin luces, sin un pitido, nos desvío del camino... así mi recuerdo se va a que mi madre tiro del volante que ya había perdido mi padre porque el empuje de la fuerza del trailer hizo que lo soltara, mi madre, con la fuerza que pudo, jaló el volante y entonces el auto comenzó a girar dos veces, después se volcó y dio dos vueltas más...
Silencio
El auto quedó hacia arriba, las llantas seguían girando.
Recuerdo un leve desmayo y luego la voz de mi madre gritando:
Amalia y David siguen ahí.
Recuerdo a mi padre abrir con fuerza la puerta del carro y sacarme
Afuera, aturdida por todo el movimiento, sólo recuerdo ver a mi madre abrazarme, a mis hermanos y a gente desconocida que fueron a abrazarme.
Si, yo fui la ultima en salir de ese auto.
El coche se volcó pero nadie murió.
El trailer fue el de la culpa porque iba en otro carril que no le correspondía y rebasó en curva cuando nosotros íbamos también...
No me gusta contar esta experiencia porque es un recuerdo feo que tengo
Es un pavor enorme el que le tengo a los grandes camiones.
Es un recuerdo que trato de borrarlo de la mente pero no puedo, ya hace un rato que no sueño con eso, pero créanme, de sólo recordarlo, me dan ganas de llorar.
Y ahora, el 18 de agosto de 2009, me vuelve a la mente el recuerdo.
Pedro tuvo ayer en la madrugada un accidente similar
Pedro está muy grave en el hospital
Claudia no consigue un boleto para ir a verlo
Azzath cambió ya su vuelo
Pedro no chocó, a Pedro lo volcó un traíler
Y ahora aquí sentada no puedo parar de llorar,
no puedo porque sé lo que es estar en un accidente de esa magnitud.
A diferencia de nosotros, Pedro no fue el ultimo en salir del auto, era el único en el auto.
Pedro no ha despertado y está muy grave en el hospital.
Si alguna vez se han preguntado lo que es el dolor de verdad, deberían de saber que el saldo de mi accidente no fue mas que raspones, moretones y no más.
El seguro llegó por nosotros y llegamos finalmente a Izúcar de Matamoros.
Cuando viajo, guardo silencio en las curvas prolongadas y cierro los ojos cuando veo remolques cerca, aún en la ciudad.
Recuerdo a ala gente que se acercó a brindarnos ayuda, y siempre desde ese entonces dije que si Dios me dio la oportunidad de vivir junto a mi familia nuevamente, entonces era porque tenía que hacer que ésta vida fuera mas linda.
Hasta ahora lo he cumplido, he vivido intensamente y no he desperdiciado oportunidades, no he dejado cosas que sé puedo hacer ahora.
Sé que la familia Saenz-Garzón está vulnerable, pero alguien debe de pensar con cabeza fría.
Yo soy el nexo Barcelona-México para hacer un esfuerzo por no derrumbarme frente a Claudia o frente a Azzath.
Pedro está con su novia. Claudia se va el jueves en la noche y Azzath parte hoy en la madrugada.
Y alguien maldita sea debe de seguir pensando con la cabeza fría.
Alguien debe de decirle a la familia: Todo está bien, recuerden, es Pedro, de ésta sale.
Pero se me van las ganas de sonreír, las ganas de creer que uno puede ser fuerte, porque es difícil llevar ese papel, y ahora me pregunto, y si dejo de hacerlo?
Y si mejor lloro como lo he hecho?
Y si recibo el abrazo de mis compañeros de trabajo que estuvieron hoy conmigo?
Y si simplemente digo, no quiero ser la fuerte?
Ya es de madrugada allá en España, pero la verdad no quiero que sea de noche acá en México, porque no quiero irme a dormir y esperar hasta 8 horas para que vuelva a llamar al hospital.
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