Sunday, September 13, 2009

una aspirina para las 4 de la mañana


La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido.

Me han preguntado el por qué aún no escribo sobre el viaje de la frontera. La verdad es que tengo ganas de hacerlo pero por otro lado, también tengo recuerdos tristes y que me hacen enojar (ya lo sé, que si me enojo me arrugo) por lo que sólo contaré la parte emocionante.

Cuando llegué a Tijuana, en la noche bella y húmeda, sólo tenía un pensamiento:
beber un vaso de agua helada.

Cuando salí rumbo a San Diego, tenía otro pensamiento: que no me revisaran el jeep.


Cuando tiré el ventilador por la ventana del hotel (oh! claro que lo aventé... no pasó a mayores y ahora sólo dibuja una sonrisa irónica sobre mi cara al recordar tan amable imagen) llegó otro pensamiento: comer choco krispis.


Cuando conocí a Judith y JP llegó otro más: qué suerte tan bruta tienes Amalia.


Cuando me hice el tattoo, un pensamiento lleno de gritos callados por los ojos azules de mi tatuador llegó a mi mente: a ver si ahora si ya te alejas de las agujas con este pinche dolor!

Cuando vi esos ojos verdes de ese personaje lindo que me hizo amena la feria y sacar un gran par de carcajadas un pensamiento tonto vino a mi mente: tenía que ser artista...

Cuando volví a Tijuana, llegó otro pensamiento, luego lo borré y mejor generé otro: tacos de camaron enchilado!!

Al subir al avión en el aeropuerto, ver otra vez la ciudad de noche (y no sé hasta cuando) y que me dieran mis audífonos correspondientes un pensamiento más estuvo en mi mente: a quién coño se le ocurre que en esos asientos se puede dormir bien?

En fin, la verdad es que lo vivido con lo contado tienen mucho de cierto, pero también tienen ciertos pensamientos que quiero dejar sólo en el recuerdo.

Alguien una vez en un sueño me dijo:
Wo es, dass Sie gehen, Ihre Gefühle erinnert...


Y así en alemán (en realidad es un reto que lo haya recordado porque ya casi no practico ese idioma) pero creo que lo mejor de esa frase es que me lo dijo un personaje al cual aseguré no tener en sueños (por eso de los chakras jajajajajajaja).

Anyway, mi fin de semana fue lo más surreal que me ha pasado en éste año.
Comenzando con el viernes en la mañana... mi ataque de risa porque según yo en la clase de ingenieria alburearon a una chava... y luego me explicaron que en realidad así se llama (auch! morí de la pena cuando nadie más rió); siguiendo con una velada de un amigo que se graduó (recuerdo cuando me dieron mi título, yo estaba sola y me compré una magnum, llovía y yo comiendo mi paleta de hielo con mi título debajo del paraguas... es más, creo que escribí esa entrada, porque para mi ceremonia de graduación fueron todos los que tenían que estar), luego con la madrugada y la confesión de otro amigo por su interés sobre mi personalidad (la verdad es qeu esa platica fué muy amena pero me conmovió mucho la manera en que me dijo: para mi, tu nombre, para mi Amalia significa: bondad;
Eso y otras cosas que me dijo, creo que me hicieron la noche.Mejor eso que apariencias engañosas de oscuros encuentros. Luego vino un amanecer recostada a lado del amigo graduado, recordando que las ferias, el arte, la amistad y todo lo de la vida, simplemente son cápsulas de tiempo.

Y ahora aquí me hallo, sentada en la habitación de mi hermano escuchando a The Vaseñines, un regalito de mi amigo y traductor OFICIAL, y que la verdad debo admitirlo, hacía mucho que no me emocionaba con un disco, y qué mejor que me lo dejó como regalito sorpresa ahora que volví de la bella frontera TJ - SND


Y por qué preguntar lo obvio?

Eso sí, a veces nos sirve para ver que somos demasiados tontos en las situaciones más sencillas.
Tan fácil que era irse...

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