Monday, June 15, 2009

Capítulo 7 (casi porteña, pero región 4)



















Parte 7

Dejé de escibir un rato, porque lo que he vivido en estos días, no ha sido explicable, es algo tremendo.
Terminó la Feria y la verdad, estoy muy contenta. Cumplió y superó mis expectativas, pude conocer mucha, muchisima gente, y sobre todo, vendí y conocí un nuevo país. El último día fue el único día que en realidad llegamos temprano a la feria. Caminamos desde Uriarte hasta la Rural. Sentía la humedad y el frio por mis manos. Vi por última vez (al menos de éste año) la Rural por dentro como si fuera un espacio único y consolidado de arte contemporáneo. Caminé entre los pasillos, vi algunos stands de algunas otras galerías…

Al llegar al N4, La Refaccionaria, sentí alivio. Por fín después de 8 días intensos, ese sería el martes en que definiría ventas y que por fin descansaría… al menos eso pensé.
Conforme pasaba la tarde, sentía una vibra demasiado fuerte, sentía que mi misión había cumplido y que por ende, podría llevar las buenas nuevas. La gente comenzó a llegar, eran mares y mares de personas (aunque no tantas como las 82 mil personas que entraron el sábado), sin embargo, la gente animada, preguntaba, reía, se tomaba fotos, tomaban fotos de las obras, y ahí, me hacían el pago de las piezas.

La última obra que vendí fue a las 21:46 hrs. 14 minutos antes de que finalizara la feria. En ese momento, justo hasta ese momento recorrí lo que me faltaba de la feria. Viví la obra de Costa, de Minujín, retraté a otras piezas más. Brindé con Abate, quién me metió a la zona VIP y tomé champagne con Minujín también, intercambiamos últimos mails y las últimas tarjetas de presentación, en ese segundo, cuando tomé el último trago de la bebida, comenzó la cuenta regresiva porque arteBA terminaba, 8, 7, 6 5, 4, 3, 2, 1 … nos vemos en el 2010.


Corrí a Barrio Joven y ahí, el descorche de las cajas de champgne que nos dieron a cada stand fue asombroso. Botellas y botellas salían y se destapaban como sinfónica. Todos brindábamos, nos abrazábamos, reíamos, y nos emborrachamos con Chandon. Creo que fue cuando todos sentíamos risas de más cuando comenzamos a desmontar. Yo no sabía si el calor que sentía era de emoción, de prisas porque todo debía estar afuera de La Rural en menos de dos horas o porque el estado etílico ya me estaba defraudando.


A cada uno de los chavos galeristas de a lado nos despedimos, invitaciones para ir a Córdoba, Mendoza, Montevideo, Colonia, y demás países y provincias estuvieron a la orden del día. Los abrazos, los grandes momentos, esos, esos se quedan en mi cabeza.

Terminamos el día en los de Chuni. Harto Espacio (con Quique, Antar su novia y los otros dos chavos que no recuerdo el nombre), además de Pewee, Martín, Rodrigo, y otro amigo más estábamos comiendo una verdadera parrilla. Aún salió una botella más de champagne. Más brindis. Pagamos la cuenta, nos fuimos a escuchar tango. Fernet bebimos. Quique no dejaba de estar feliz y agradecer todo. Y ahí, a las 5 de la mañana decidimos regresar. Yo con sueño y con una cantidad increíble de pelos de gato, que se acurrucó a mi lado como frenando mi odio hacia los mininos, pero supongo que lo dejé a mi lado por la tristeza no poder acariciar a Anakin.


Al día siguiente por fín conocí SanTelmo, hermoso. Anticuarios y cosas maravillosas entre las calles. Vintage en todos espacios: ropa, accesorios, muebles, pósters, todo de la Argentina vieja. Compré discos baratísimos de grupos nacionales. Caminamos por Recoletta y admiré cada esquina de su arquitectura. Tomé café sobre la avenica más grande del mundo (almenos de anchura) y reí con un par de hermanos imitadores de Chaplin en el Centro. Caminñe por Puerto Madero (nada ue ver con la fiesta que habíamos ido el fin de semana anterior) y ahí vi el atardecer, y cierta nostalgia en mi mente se hizo presente. Tenía ganas de abrazar a alguien y decirle que ante tanta inmensidad, hay calma absoluta en la mente y en el corazón.

Puerto Madero es mágico. Ese puente de la Mujer de Calatrava es sensación pura. Entré a la fragata y tomamos fotos en cada espacio agradable. Bajé a maquinarias e imaginé que en algún momento yo también puedo viajar en barco.
Con ese frio y esas temperaturas de casi menos grados fumé un cigarrillo. Me pareció un crimen, pero la vista, el sentimiento y la vista lo merecía. De nuevo al subte, regresé a Plaza Italia. Esa esquina que ya me es tan familiar.

Frio en Buenos Aires y un poco de neblina, pero con bastante gente en las calles.
Al día siguiente no menos del medio día llegué a La Boca. Si les aseguro que fue adrenalina pura llegar, no permitan que lo recuerde muy a menudo. Resulta que al bajar del camión (el bendito 168…) nos dejó como a 5 cuadras de Caminito (lugar al que un turista debe llegar sin atraso alguno). El punto fué que llegar a La Boca, es como llegar a Neza. Bajamos del camión y creo que mi emoción de llegar al Barrio era tanta más por contarle a Amore que era estar ahí que por otra cosa. En ese momento tomé el mapa y le dije a Rordrigo que caminaramos sobre esa misma calle y al topar con pared dieramos vuelta…. Justo esa acción nos salvó el pellejo. Una señora con cara de asustada, dijo en voz baja pero fieme: señorita a donde va? Obvio Amalia no hizo ningún caso y volvió a repetir pero ya un poco alterada : a dónde va? No vaya!! Por allá no se puede ir!! La doña tenía una cara de espanto que me contagió. Volteé a ver el lugar y en ese momento me pareció la zona más hardcore de toda Argentina. Hay un puente enorme, unas calles estrechas, todas pintadas de motivos futboleros.

Al fondo, había unos pibes bastantes malas caras, y en ese segundo comprendí que estábamos en la boca del lobo. La señora rápidamente nos dijo por dónde caminar, nos dijo rápido y conciso, repitió como 6 veces: allá es peligroso, no puedo hablar, gente mala, gente mala, no vayan, no vayan, no vayan.
Estaba aterrada, la gente comenzaba a vernos raros, la señora caminó y otra más con cara chacalona, ya vieja la seño y con bastante mal genio, le reclamó el que nos haya avisado… Nos iban a asaltar. Rodrigo sólo me dijo: camina de lado izquierdo. Tomé mi bolsa como pude, guardé el mapa, la cámara la llevaba escondida. Caminamos lo más rápido posible. Pasamos dos vecindades, un puente, y en cada paso sentía que me iban viendo, y sí.

Chicos cruzaban miradas, se hacían señas y justo cuando sentí el peor momento, unos policías pasaron. La gente de atrás que nos seguía cambió de acera. Nos cruzamos la calle, turistas al fin y al cabo dimos con el puerto. Estábamos en área blanca, área segura, fuera del peligro.
Entramos a PROA y entre que se me bajaba la adrenalina, hojee como pude libros. Contemplé a maKI y sus dibujos, y finalmente, me paré en las enormes ventanas que dejaban ver la tarde en La Boca. Miré esas calles alejadas y ese barrio pobre. Sabía que no era peligroso, sino las circunstancias son las agresivas. Ya más calmada salí de esa burbuja y tomé fotos de los puentes. Y ahí, vi el cruce para la isla. Sé que el ir a esa isla puede ser el fin. Simplemente uno no vuelve, no vuelve si no es de la zona. Es sumamente peligroso. Pero con ánimos y con menos adrenalina, recorrimos Caminito.

Fuimos a ver al tio de Jose, platicamos con él. Nos tomamos una foto con Maradona y bueno, ahí por fín conocí el bendito estadio del Boca. No me pareció espectacular, pero me pareció el signo fiel de la pasión futbolera.
Volvimos, y mientras Rodrigo se quedaba platicando nuevamente con el tío., yo fui a hacer compras. De regreso, nos invitaron el mate más delicioso que he probado en mi vida. Ese calor humeante y esa factura que me comí (factura es el pan) me parecieron gloria. De regreso y sin aventura fuerte, tomamos el bus que pasa enfrente de PROA, osea enfrente de una zona cheta y libre de ácido. Ese regreso vi otra zona que no había conocido, y justo creo que ese momento vi un cartel grandísimo, tallado en madero que decía: Bienvenido al Barrio de la Boca.

Todos los personajes estaban en ese cartel, y sólo en ese momento vi que en una esquina, unos pibes tallados, robando a un turista o pidiéndole dinero también eran representados… comprendí que había visto el verdadero barrio: vi a los tangueros, a los pintores, a los imitadores, a los comerciantes, a los niños jugando fut… y a la zona under.

Conocí lo que pocos tienen el honor de hacerlo!
Por la noche en La Olla de Félix cenamos con Daniel y con Auki y su esposa. Un resturant mínimo, de corazón 100% argentino y con una variedad corta pero sabrosa. Verduras!!!!! Verduras y una excelente salsa picante!!!! Vino, otra botella de vino, y ya hablando de negocios, nos fuimos a casa de Daniel a terminar la noche. Me subí a su auto y me pareció la persona más auténtica y agradable que había conocido en éste mes.

Más champagne, más y más champagne. Alfajores para acompañar, y como por arte de magia, México estaba presente. Un sound mix de Paquita la del Barrio, el Buki, canciones de folclor mexicanos y Gael García de fondo y los tigres del norte inundaron la casa de Abate. Me sentía tan cerca de México. Sentía que podía asomarme a la ventana y podía ver desde Santa Fe lo que era la ciudad de México. Recordé a los amigos, a las personas especiales que me sacan sonrisas, y supe en ese momento que como México no hay dos. Y en ese grupo de argentino-mexicanos que sentimos a México como nuestra única casa, estaba protegida, porque todo era nostalgia, todo eso era la zona de encuentro sin querer… y aunque había tequila para acompañar, nos embutimos tres botellas de champagne.


Finalmente el silencio se hizo y los Wendys y los Paquitos nos volvieron a la realidad para visarnos que debíamos irnos a dormir pues las 3 de la mañana ya estaba haciendo su aparición.
Entonada y un bastante feliz me fui a dormir. No sin antes acompañar una oración por aquellas personas que se sienten fuera de lugar y fuera de casa. También sonreí por esas personas que me esperan en México y que yo los quiero ver y abrazar. Sonreí y cerré los ojos borracha…

Y hoy, bueno, hoy ir a El Tigre, y ese recorrido casi londinense, no tiene descripción. Ver otro atardecer pero ahora en el delta del Río de la Plata, no tiene precio. Además el recorrido en trenecito es maravilloso, de repente te acuerdas de todas esas películas de viajeros cuando se suben al tren y solo ven campo y una que otra campiña con el mar de fondo.
Y aún con esto, creo que mis descripciones son breves de todo lo que he caminado, lo que he conocido (tantos lugares y tantas personas) lo que he visto y lo que he vivido. Son tantas cosas las que quisiera contar, peeeeero creo que algunas las tendré sólo en mi cabeza como buenos recuerdos de un buen viaje.

Trabajar y conoceer lugares por un trabajo que te satisface, no tiene precio.
Hoy escribí varios mails, y uno especial fue para mis padres, aunque hablé hoy con ellos, sé que mi padre está delicado de salud y un poco me choca estar hasta acá en estos momentos, porque me gustaría apapacharlo y decirle que todo estará bien. Sé que viene una operación bastante sencilla para nuestros avances tecnológicos, pero una operación siempre será delicada, siempre.

Y bueno, esas pláticas con el ranchudo también ya me hacen falta. Ya quiero verlo y darle un gran beso y decirle que el mundo es lindo en todas partes. Tiene un gran talento, que no quiero decirlo tan abiertamente porque luego es medio pesado para su ego jajajajajaja, pero sí, ese grillo es extrañable. Eso que está pasando entre él y yo, o almenos lo que hemos pasado ha sido demasiado extraño, peor… me agrada. Aunque debo confesar que uno fantasea con que las emociones no lastimen o pasen cosas que uno no desea. En fin, veremos como sigue todo. “No quiero pensar mil veces las mismas cosas, ni contemplarlas sabiamente…”


Hoy me preguntaron en el breve rato que estuve en el Messenger si había habido alguna aventura en el sur con algún argentino… y la verdad es ésta: no, no la ha habido. Y aunque ha habido oportunidad, naaa, no es lo mismo, son gente muy grata, muy linda, pero no. Creo que ahora eso de las aventuras en el extranjero ya son cosa de otro mundo. No del mío por ahora. Si lo sé, sé que en cuanto Sandrita lea esto la habré decepcionado, pero así es mi situación, he preferido disfrutar a la gente con su calidez que con la candidez jajajajajajajaja… anyway, Amalia loser como diría Beto. (Decepción total para mis amigas… pero que quieren vos?...) Aunque, aunque si les reconozco algo, pudo haber sido unas “vacaciones” bastantes lujuriosas jajajajaja!!! Mi pregunta es, por qué les gustaremos tanto las mexicanas???

Por cierto, no conté que la otra vez que fuimos a escuchar tango... caasi me madrean? Verán, sentados todos escuchando lindas canciones, me mandan un fernet y yo lo tomo, pregunto quién lo manda y me dicen: vos no se preocupe, acá se atiende bien a los extranjeros.

Siguiente flashazo, se despide Antar, Quique, Adelas y otros.
Me quedo con Rodri, Pewe y Martín...
Llega otro fernet, ahora si, no lo quiero recibir pero pregunto nuevamente y me dicen: Mina, no te preocupes, el chico del fondo con los amigos te lo obsequia.

Después de un rato, me lo bebo y voy a despedirme y darle las gracias por los fernets... Me dice: Te vi desde la otra vez, no eres de aquí, a me dijo Martín que eres amiga de su hermano. Cuando te vas mina? Quizá podamos salir a bailar o por una pizza...

Bueno, antes de contestarle, ya tenía a una mujer a mi lado sentada y diciendo: Me vas a decir que no estabas invitándola??? No era una voz amable, la vieja gritaba!!!

No dije nada, me reí y me paré, y en eso la loca demente me toma de la mano (cual arañazo que aún traigo...)y me dice: acá los porteños somos cuidadosos de lo nuetro. El amigo en turno, le dice: Calma Vale, ella es mi amiga etranjera, sólo platicábamos. La loca, nuevamente me agarra de la mano y me ve con ojos de furia. El boludo se para y me pide celular... no tengo, esa es la verdad, creo que lo decepcioné un poco, pero se despide de mi con un beso en la mejilla cerca de los labios, eso si, con un singular: Yo lepregunto a Martín.
Jajajajajaja!!! eso bastó para que la loca se levantara bruscamente y alcanzara a rozar sus llemas de los dedos con mi abrigo.
La sentaron y callaron, finalmente el tango aún no acababa.


y Fito y Calamaro… el Luna Park ES SENSACIONAL!
Ahora espero con más ansias ver a éste último a finales de Junio en el Vive.

Oh si!
Beso y apago el cigarrillo, lo sé lo sé, ya no iba a fumar, pero con estos -2 grados, y sin café a la mano, es lo más maravilloso que la noche porteña me puede brindar.

Además desde aquí admiro Barrio Viejo y Palermo como ninguna otra persona.
Ya es tarde, y por tercera vez en mis 17 días desde que he estado fuera de casa, quiero dormir temprano. Acá es casi la media noche, y en México apenas si la noche está agarrando la sensación nocturna y buena onda.

uenas noches México y buenos días Argentina.


Un beso y cálido abrazo.

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