Había tenido una noche poco tranquila.
Estaba entre terminar la ponencia o seguir revisando el correo electrónico.
En la mañana cuando salí, llevaba esa sensación de ¿tristeza? ¿preocupación? ¿melancolía?,
y como buena mujer, le eché la culpa a mi periodo.
Sin embargo, cuando llegué al banco, si, a esa institución, sonó mi celular.
En ese momento tuve un mal presentimiento, vi que era "Celular" y posteriormente el número de "Guille"... respiré hondo, sabía que algo no estaba bien.
Cuando colgué, no pude más que respirar profundo, subir las escaleras,
pedir mi turno, pasar a la ventanilla, depositar el dinero y salir de ahí.
Creo que fue ese el momento, justo cuando el aire tocó mis mejillas, que supe que papá no estaba bien... papá estaba en el hospital a punto de ser internado.
Supongo que no quise descargar mi preocupación dentro del banco, más patético no podía ser. Así que caminé lo más rápido que pude, y de repente, como un halo de luz fulminante, sentí lágrimas en mi cara... tenía todo tan guardado, que por primera vez en mucho tiempo, pedí que papá no estuviera mal.
Ya antes había hablado con él... me dijo "no pasa nada, todo estará bien"... y le creí, salvo por un error, antes de despedirse, se le cortó la voz y me dijo "no dejen a su madre sola... por favor"
Sabes lo que sentí?? me sentí la persona más desesperada de ese momento, porque aquella figura de roble, que no se doblega antes nada... estaba asustado. Escuchar a mi padre asustado es el peor sonido que he oído en mi vida... no era él, me parecía ajeno a los 23 años que llevo a su lado.
De pronto pensé que en ese momento yo era el único soporte de mis hermanos y mi mamá... tenía dos opciones... escogí sólo una: tranquilizarme y llegar con mi mejor sonrisa.
Ahí estaba, era él quién me encontró en la puerta, me sonrió y me abrazó... quise decirle que lo amaba, que yo sabía que todo estaba bien... pero no pude, tenía un nudo enorme en la garganta, y aún ahí estaba mi padre, con su mano temblorosa y con mirada de niño.
Después de muchos papeleos se quedó esta noche solo en el hospital... mañana lo internan otra vez y le harán una cirugía. Se que estamos en tu mente en este momento papá... por lo mismo escribo, porque se que estás ahorita escuchando todo lo que pienso. Y sí, hoy le pedí a Dios que te cuidara, porque eres tu el que lo ha hecho conmigo, con mis hermanos, con mi madre, pero le pedí a Dios de la única forma que sé hacerlo: por ti.
Todo estará bien... tu mismo lo dijiste: finalmente, te llegó la hora. Mañana cuando despierte, sabremos que estás listo para que tu salud sea mejor y sigas a mi lado.
Aunque esta noche no dormirás bien, (lo sé te conozco), hay otro miembro que te extraña, es este personaje que ladra y mueve la cola cuando te ve llegar... hoy se quedó largo rato mirando la puerta, yendo a la ventana... hoy yo le di de comer a tus peces.
Agradezco sobre todo, que hayas sonreído para las fotos... tú, el fotógrafo de la familia, ahora te toca ser la estrella del álbum.
Te amo papá
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Gracias Edgardo por tu apoyo,
gracias Rodri por llegar y calmarme cuando te hablé,
gracias Minerva por tus mensajes...
gracias Luisa por hablar siempre en los momentos correctos, eres como un ángel.
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