Hoy me desperté a las 6 de la mañana.
Después de todo, me dormí a las 4 y no podía dormir mucho.
Pensaba acostada en mi cama. Pensaba que quería estar comiendo helado.
Después de unos minutos de hablar con la pared, me levanté y me asomé por la ventana.
Vi que el sol estaba apenas saliendo, entonces me envolví en mi bata de baño (dado que pase una noche calurosa.. quizá deba decir madrugada) y ahí me quedé observando.
Cuando vi el reloj, ya eran las 7:20. Si me preguntan en qué pensaba, les diré que en nada en concreto. Fue una de esas mañanas que despiertas y sólo quieres estar callada. Opté entonces por bajar a correr y hacer un poco de ejercicio antes de meterme a bañar.
Justo cuando estaba por entrar a la pista y correr, vi que no había nada de gente. Entonces como por arte de magia, recordé cuando tenía 14 años: Estaba yo parada enmedio del gimnasio, no había nadie tampoco, esperaba a mi entrenadora, y yo, ahí con ese silencio me subí por primera vez a las barras asimétricas. Siempre les tuve miedo. Me balanceé, giré y volví al suelo. Decidí que ese no era uno de los mecanismos que usaría. De repente me dio mucho coraje que sólo usara el caballo o el piso, así volví a las barras. Me balanceé, volví a girar y lo dominaba!!!! podía levantarme y girar, brincar y volver a las barras!!!! Tenía tanta emoción. De pronto, las luces se prenden, y ahí estaba mi entrenadora. Sólo me vio y volvió a apagarlas.
La siguiente vez que vi las barras con luces fue en una demostración de gimnasia a nivel delegación con otras secundarias. Posteriormente se hicieron mas y mas demostraciones... hasta que llegó la competencia. Recuerdo que a mi nunca me había gustado eso de competir. No en el ámbito de la gimnasia, porque no era lo que quería. La gimnasia la practicaba por gusto.
Pasé la prueba de caballo, de piso, pero no la de barras. Justo en el momento de terminar la rutina. Escuché risas, ruido, eso me descontroló. Al girar por última vez para salir, no vi una barra, no vi dos barras, vi 4 barras. En ese momento supe que me había mareado. Al intentar agarrarme sólo cerré los ojos y vi la colchoneta sobre mi mejillas.
Nunca nadie habló del incidente. Nunca pude volver a la gimnasia. Tampoco la añoré tanto hasta hoy por la mañana. Y creo que nunca la añoré tanto, porque no me había percatado que cuando empecé a recordar también cerré los ojos y comencé a caminar... y sentí la malla ciclonica de la cancha de fútbol en mi nariz. Ya hora si, tenía público: el señor que corrió a preguntarme si estaba bien... y yo sólo pude reirme de lo idiota que era al caminar sin abrir los ojos.
Regresé a casa. Y mi celular ya estaba cargado después de pasar toda una noche sin batería y en manos de mis amigas que usaron mi celular para tomar videos de sus declaraciones a su novios y ex... si, la verdad es que fue noche de mujeres con Peter Gabriel!
Cuando encendí ell celular, me llegó un mensaje. Marqué *86... y sólo escuché: Amalia... ya llegué a casa... y tengo una carta de Javier. Me pide que volvamos, así que wey, ya borra ese video, que la neta lo extraño y alrato voy a besarlo jajaajajaja....
Almenos se que alguien hoy hará una locura por amor... porque conociendo a mi amiga, se que va a volar hasta Guadalajara para regresar en la noche y decirme que volvió con su ex.
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