Ayer tuve una de las noches más... cómo decirlo, más extrañas de mi vida.
Noche de reencuentro.
Decidida a que la lluvia no me quitaría las ganas de salir, tomé mis cosas a las 17:30 hrs. y me fui de la oficina. Lo primero que cruzó por mi mente era que la inauguración de mi evento sería hasta las 20:30 hrs. Así que opté por caminar sobre Bucareli... ya decidiría a dónde ir mientras. Era uno de esos días que no invito a nadie... porque en realidad tenía ganas de estar sola.
Estando enfrente de Bellas Artes, recordé que había un libro que siempre quise, y que por alguna razón no lo había comprado. Entre a Gandhi. Mucha gente. De repente, escucho una voz que dice: perdona, tu eres Amalia verdad.
Como es mi costumbre, comienzo a sonreir, y trato de acordarme de esa cara. Mi mente trabaja a mil por hora. Pero nada, no lo reconozco. Entonces decidida a meter la pata le contesto: Si, soy Amalia... disculpame, no te recuerdo, eres?....
Entonces, como si todo ese ambiente cambiara me dice: Pinche Amalia, ya te olvidaste de mi?.
Pienso: ahora si estoy en un gran problema. Ex? Primaria? Secundaria? Prepa? Universidad? quién coño es?
Seguramente vio mi cara de frustración al no recordarlo, y me dice: Amalita, soy Leobardo.
Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee? Leobardooooooooooooooooooo!!!!
En ese momento sentí una alegría tan grande.
A Leobardo lo conocí en la Prepa 6. Era de los chicos con los que me juntaba. Era súper amigo de Alfonso, Miguel, Benji... Eran los 4 fantásticos. Todo cambió radicalmente en quinto grado. Se metió en problemas de drogas. Estaba hasta el hoyo. Recuerdo que una vez me lo encontré afuera de la prepa. Estaba muy nervioso. Lo saludé y recuerdo que me dijo: Amalita (siempre me decía así) vete por favor, no quiero que te vean conmigo, te pueden agarrar o pensar que te vendo. No supe que decir. Una semana después supe que Leobardo estaba en el tutelar, lo agarraron vendiendo coca afuera de Prepa 5. Un año después me enteré por Alfonso, que Leobardo estaba en rehabilitación porque tocó fondo con todo.
Entonces lo abracé. Ahí sacó su carcajada y me dijo: Si lo sé, ya soy otro.
Platicamos de todo un poco. Llevaba un libro de medicina, le pregunté por el y me dijo: Estoy estudiando el segundo año de medicina... así que después de todo, haré el bien.
Seguimos platicando. Me contó todo lo que pasó, sus rehabilitaciones, que ahora que lo vuelvo a pensar, son escalofriantes. Lo más sorprendente de todo, fue lo que dijo cuando fui a buscar mi libro: no me digas Amalita, vas ir por un Bukowski... o por Las mil y una noches.
Sonreí. Le dije: Bingo! voy por las mil... ya sabes, nunca tuve tiempo de leerlas completamente.
En realidad no iba por ninguno de los dos. Pero fue divertido recordar que cuando estábamos juntos en la clase de Literatura, un día nuestra maestra nos dejó leer uno de los cuentos de las mil..., cosa que obviamente él no hizo. Llegó el día y comenzó a hacerme la plática, en realidad, así fue como lo conocí. Me dijo que el cuento que más le había gustado era el sexto. Comenzamos a platicar más y más sobre el "cuento". A la hora de la clase, la maestra preguntó que quién quería compartir su experiencia y analizar uno de los cuentos. Leobardo no iba bien en la clase. Así que ni tarde ni perezoso, alzó la mano, y comenzó a "relatar" su versión del cuento. Recuerdo entonces que todo el grupo tenía cara de what?. Cuando terminó, la profesora le dijo: Vaya Leobardo, se nota que te equivocaste de libro, pero agradezco que hayas amenizado la clase, por cierto, no te puedo dar los dos puntos, pues la lectura no corresponde a lo que planeamos para esta sesión.
Recuerdo que lentamente volteé mi cara, busqué su mirada. Y ahí, en letras grandes, en una hoja de cuaderno escribió: B I T C H ! ! !
Tuve que salirme en ese momento de la clase. No paraba de reir. Él también se salió. Afuera estaba con su sonrisa sarcástica y me dijo: supongo que fue muy divertido para ti ponerme en ridículo contándome "cuentos" que no existen. Está bien, eso algún día me lo pagarás. Pero debo reconocer que fue buena.
De ahí en adelante Leobardo y yo compartimos buenos momentos. Nos juntábamos los 5 y la pasábamos bien. Pero ese recuerdo, es de los más divertidos que tengo de él.
Salimos de la librería. Lo invité al MIDE, donde sería el dichoso evento. Intercambiamos números y mails antes de que cualquier cosa pasara. Me acompañó. Encontré en el recinto mucha gente que me saludaba... de pronto el me miró y me dijo: y sigues como cuando te conocí... saludando a medio mundo. Seguíamos poniéndonos al día con nuestras vidas. De repente. Cuando estábamos en el segundo piso me tomó del brazo y me susurró: lo que pienses hazlo, lo que sientas, dilo, pero por favor, no cambies.
Lo miré extrañada, pero después supe lo que me estaba diciendo. En una de las animaciones habia un texto en francés... Obviamente yo no sé francés. él si. Me lo tradujo.
Salimos a las 24:20 del MIDE. Alcanzamos el metro. El se bajó en Chabacano, yo transbordé. Agradecí la compañía y ahora lo agregué al messenger.
Llegué a casa exhausta. Los tacones me acongojaron de más. De pronto prendí la televisión. Nada bueno. Como no me regresé con mi computadora y no me gusta usar la PC de la casa, decidí dormir, no sin antes secar mi chamarra. Al fin y a cabo, no tenía tampoco libro para leer, porque nunca encontré el que quería. Entonces, recordé lo que me dijo Leobardo: lo que pienses hazlo, lo que sientas dilo, pero por favor no cambies.
Será que es necesario hacer lo que pensamos?
Debemos actuar solos??
Será necesario decir lo que sentimos? Pero hasta que punto es bueno decir TODO lo que sentimos?
No tendremos que cambiar un día?
nO DICEN QUE LOS CAMBIOS SON BUENOS?
Quién decide eso?
Tu vas a decidir?
Ellos van a decidir?
Yo tengo que decidir?
Palabras de un doctor... o camino a doctor.
y como por arte de magia, me acordé que por la mañana unos chicos muy "sensatos" me dijeron: somos re famosos... pero quién sabe por qué no nos pelan. (ahhh y por cierto, esto también lo dijo un candidato a diputado....)
Será que yo también soy famosa? jajajajajajaja... no, no lo creo. Si me hacen caso jajajajajaja... Momento... eso quiere decir qeu no soy famosa??? Tssssss......
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El Principito. Si, ya sé que es un libro común y lo encuentro en todos lados... pero hay una edición que es con ilustraciones en blanco y negro... y no la hallo. de Edit. Ciruela. Aunque de verdad, no tengo el libro del Principito. Así que sería un buen regalo jajajajaja.
ea!
ReplyDeletelinda amalia
ha sido una sorpreza encontrarte en la red
me gusta como escribes, Te mando un gran abrazo
Atl.